“Luego de superar la batalla, muchas personas necesitan micropigmentación paramédica, que va más allá de la estética y rescata la autoestima”, explica la experta Daneyza Mas y Rubí.
Octubre es conocido mundialmente como el Mes Rosa, debido a la celebración de la lucha contra el cáncer de mama. Es muy importante estar al tanto de la salud de los senos, porque para 2022, según cálculos de la Sociedad Americana contra el Cáncer, se diagnosticarán en Estados Unidos alrededor de 287.850 nuevos casos.
Actualmente, hay más de 3,8 millones de sobrevivientes en Estados Unidos. La situación es igual de peligrosa en el resto del mundo, pues en 2020 se diagnosticó cáncer de mama a 2,3 millones de mujeres, y 685.000 fallecieron.
“Por tanto, siempre que se sientan cómodas, las mujeres deben palpar su cuerpo y consultar a un médico si encuentran algún cambio sospechoso. La prevención temprana sigue siendo la mejor manera”, explica Daneyza Mas y Rubí, especialista en pigmentología y CEO de MasyRubi Skin Center.
La experta en estética y tratamientos corporales considera que “si la enfermedad aparece, debemos luchar con apego a la ciencia y con una mentalidad muy positiva, para vencerla y empezar a trabajar en la reconstrucción de la zona”.
Luego de superar la batalla contra el cáncer, muchas personas necesitan micropigmentación paramédica, que va mucho más allá de la estética. Es muy importante rescatar la autoestima y la confianza de quienes llevan marcas y cicatrices que les incomodan.
Una investigación del Sistema Sanitario de Navarra (España) demuestra que la mayoría de las mujeres que se someten a técnicas de reconstrucción mamaria, retoma sus actividades habituales, se preocupa por su imagen corporal y mantiene un alto grado de afectividad y autoestima, a la vez que un rechazo a la condolencia y apoyo excesivo de sus allegados.
“Después de la cirugía de mamas, ya sea por estética o salud, no es raro que las areolas pierdan su forma y color natural. Existen procedimientos para reconstruir el diseño, devolviéndole la forma y el tono, a través de técnicas innovadoras y un trabajo minucioso que busca reconstruir las areolas mamarias”, agrega la experta.