La situación de la prostitución en España es compleja y se encuentra en un limbo legal, ya que no es ni legal ni ilegal.
Se estima que entre 25.000 y 30.000 personas están en situación de prostitución, y las comunidades con más personas ejerciendo la prostitución son Madrid, Cataluña, Andalucía y Canarias. Sin embargo, algunos informes sugieren que el número podría ser mayor, llegando hasta 45.000 mujeres y niñas.
En cuanto al consumo de la prostitución, se estima que entre el 4% y el 6% de los hombres han pagado por sexo en el último año. Además, se ha observado un aumento en el consumo de la prostitución, lo que ha llevado a España a ser considerado el primer país de Europa en consumo de prostitución.
En este contexto, se aprobó la Ley de Garantía Integral de la Libertad Sexual, conocida como la ley del «sólo sí es sí». Esta ley elimina la distinción entre abuso y agresión sexual y establece que sólo se entenderá que hay consentimiento cuando se haya manifestado libremente mediante actos que expresen de manera clara la voluntad de la persona.
Sin embargo, la ley ha tenido efectos indeseados. A raíz de su entrada en vigor, se han revisado algunas condenas por delitos contra la libertad sexual, lo que ha generado alarma social. Algunos expertos argumentan que la ley está produciendo el efecto contrario al que se pretendía, desprotegiendo a las mujeres y a la infancia como colectivos vulnerables ante determinados delitos sexuales.
La situación de la prostitución en España es preocupante y la ley del “sólo sí es sí”, aunque bien intencionada, ha tenido efectos indeseados. Es necesario un debate público y una reflexión profunda para encontrar soluciones que protejan a las personas en situación de prostitución y que garanticen la libertad sexual de todas las personas.
